Me hubiera gustado que el título de mi reseña hubiera sido "El valor de la empatía y del buen servicio". Tuve que hacer el viaje a MTY por causa de fuerza mayor ya que la tarde anterior al día de mi llegada falleció repentinamente uno de mis mejores amigos. Por la poca anticipación no me fue conseguir vuelo por lo que mi única opción fue viajar en auto y manejar toda la noche desde la CDMX, llegué al hotel a la 1pm habiendo hecho un poco de tiempo almorzando algo, con el cansancio y el estrés de las 11 horas sin parar de carretera, el tráfico, además de la tristeza y el desgaste emocional de la situación y de lo que vendría. Le expliqué a la persona de recepción la situación y que le solicitaba atentamente que me pudiera asignar una habitación para poder descansar aunque fuera una hora, poder bañarme y alistarme porque además, como ministro de culto, tendría que oficiar el funeral de mi amigo a las 4pm. De entrada al ver su cara y actitud supe de inmediato que no accedería pues determinadamente me dijo que el chek-in era hasta las 3pm, le pedí que por favor lo comentara con el gerente en turno o que pudiera explicarle la situación, pero el gerente ni tuvo la atención de salir y su respuesta fue la misma "el check-in es hasta las 3pm". A esa hora el estacionamiento estaba vacío y honestamente no puedo creer que no tuvieran una sola habitación disponible o en todo caso enviar a una camarista y preparar una aunque hubiera tenido que esperar un poco, en fin, cero empatía-ayuda