Hotel con encanto, con mucho gusto y detalle, en una situación inmejorable, y con un personal excelente. La habitación no era grande pero suficiente, con cama grande y no faltaba detalle. Previa reserva, pudilmos utilizar el spa, que sin ser pretencioso ni grande, estuvimos solos lo que fué una grata experiencia de relax con mi pareja. Sin duda repetiremos. Hotel muy aconsejable para visitar Toledo. En el mismo centro, delante de la catedral.