La ubicacion es excelente, catedral, plaza y Mercado a unas cuadras. En los alrededores ya por la noche hay mucho vago y huelen muy mal las calles, de hecho en las escaleras del hostal huele a orines. Yo me quedé en habitación privada y estuvo muy bien, bastante limpio, amplio y cómodo con todo lo necesario, lo que no puedo decir de las áreas en común, cuando subimos a esperar mi llave íbamos a sentarnos en la sala y los sillones están además de en mal estado, asquerosos…. Así que mejor nos sentamos en las sillas de su área de comer.
El personal atento, en especial Mónica, pero la chica que nos recibió por la mañana solo nos dijo que pasáramos a desayunar pero no nos indicó el proceso o que podíamos tomar, así que tímidamente solo agarramos un poco, y para la entrega de llave nos tuvo esperando hasta que fui a preguntar y ella ya no estaba y resulta que ya tenían lista la habitación. En general si lo recomiendo, pero solo habitación y baño privado, hay que tener en cuenta que los dos edificios hay que subir muchas escaleras.