Las habitaciones limpias y muy cómodas. Desayuno bueno. Ubicación buena si quieres estar alejado del centro turístico, esta a unos 20 minutos andando, unos 1,7 km, que no es mucho si el paseo es cómodo, cuando tienes que cruzar varias veces el zoco y las calles laberínticas de Marrakech la cosa cambia, aunque claro está tiene su encanto. Lo que menos el servicio, eran muy agradables pero a penas estaban en el Riad, en dos ocasiones buscamos a alguien para pedir de la carta que proporcionaban en las habitaciones y no conseguimos contactar con nadie. Tampoco por teléfono, una pena no poder disfrutar de este servicio en la habitación o en cualquier estancia del hotel.