La atención del personal fue buenísima. La chica muy simpática y atenta, dando facilidades en todo momento.
En cuanto al alojamiento, da menos sensación de limpieza de la que en realidad tiene, pero claro, es un punto a tener en cuenta.
Si que es cierto que había ciertas humedades, sobre todo en el baño compartido, pero vimos que estaban pintando y arreglando en la planta baja.
En nuestro dormitorio, el grifo del lavabo estaba roto, y nos despertamos con un buen charco en la habitación. Afortunadamente no habíamos dejado nada en el suelo.
La ubicación no es mala, aunque aparcar por la noche se hace tedioso.