Nunca antes habĂa recibido tanta amabilidad en un hotel.
Sin sobrecarga, han estado siempre pendientes de nuestro bienestar. Desde la recepciĂłn, personal de piscina, y habitaciones, todos nos han hecho la estancia inolvidable.
MenciĂłn aparte merecen Fred y su esposa. Es un anfitriĂłn de los que ya no quedan. Antes de llegar ya nos facilitĂł un servicio de traslado desde el aeropuerto.
Después nos ha obsequiado con un libro de la isla para que fuéramos conociendo los diversos aspectos de Santorini.
Finalmente, sus recomendaciones. Lugares de ensueño donde cenar a la luz de la luna o comer viendo la caldera o el Mediterraneo. Que mås puedo decir.
Las instalaciones, magnĂficas, con una piscina infinita de la que no te querĂas marchar.
HabitaciĂłn limpia y amplia, fantĂĄstica para una familia.