Sitio ideal para estancias cortas en Oporto por el bajo precio, sobre todo si estás todo el día de turisteo y sólo vas a dormir. Bien ubicado (a unos 5-10 minutos del centro histórico), limpio y camas cómodas. El desayuno no es para tirar cohetes pero puede pasar: tostadas, embutidos, fruta, huevos revueltos, zumo de bote. El café bastante malo, eso sí. Por dentro, el apartamento es megabásico pero cumple con su función. Todo muy tecnológico, con códigos de apertura que hace que durante la estancia no te cruces con ningún empleado (salvo el que sirve los desayunos).