Las instalaciones son correctas y la limpieza es muy buena pero los servicios son pesimos.
Nuestras estancia fue de domingo a lunes. Llegamos a las 16h y el bar de la piscina eataba cerrado por descanso del personal, algo inimaginable en un hotel de esta categoría.
Por la misma razón, el restaurante del hotel tambien permanecia cerrado para la cena.
A la mañana siguiente volvimos a tener la misma carencia: bar de la piscina cerrado durante el que era su horario de apertura y para rematar el lunes, a las 14h debiamos dejar la piscina porque después la estancia en la piscina tenia coste. Es absurdo.
Remarcar también los altos precios de la comida y el menú: bravas 10€, menú de medio día 44€, bolsa de patatas 3,5€...